Retiro de Vajrasattva

Las acciones de cuerpo, palabra y mente dejan impresiones en la consciencia, como las semillas plantadas en la tierra. Con las condiciones adecuadas, estas impresiones germinan y producen experiencias; las impresiones positivas, o karma positivo, traen resultados de felicidad; las impresiones negativas, o karma negativo, traen sufrimiento.  Durante innumerables vidas la energía negativa generada por las acciones de nuestro cuerpo, palabra y mente se ha desarrollado tanto, que ahora nos inunda por completo. Si tomara una forma física ocuparía todo el espacio. Si queremos poner fin a nuestra insatisfacción, resentimiento, angustia,  miedo, tristeza e ira, en definitiva, a nuestro sufrimiento, es necesario que purifiquemos esas fuerzas negativas internas que han hecho de nuestra mente su hogar. Únicamente mediante la purificación podremos evitar que el karma negativo acumulado vida tras vida florezca en forma de desdichas y sufrimiento. Cómo podemos lograrlo? A través de la práctica de los cuatro poderes oponentes: la toma de refugio en los seres sagrados y la generación de la bodichita, el arrepentimiento por las acciones negativas cometidas, el remedio de la recitación del mantra y la determinación firme de no volver a cometer acciones negativas.

Para aquellos que quieren progresar en el camino espiritual la purificación de la mente es imprescindible. Si no purificamos los viejos hábitos engañosos de nuestro cuerpo, palabra y mente, por más que nos esforcemos en meditar sobre el camino  a la Iluminación no obtendremos logros espirituales: hay demasiados obstáculos en nuestro camino. Buda Manyushri le dijo a Lama Tsonkhapa que “para alcanzar los logros espirituales, uno debe combinar  la meditación en el camino a la Iluminación con la purificación, la acumulación de mérito y las oraciones al propio guru considerándolo como a un buda”. La práctica del Buda Vajrasattva comprende todos estos métodos, siendo especialmente poderoso su potencial purificador. También contiene los cuatro poderes oponentes, destacando de forma especial el poder del remedio que se activa mediante la recitación del mantra de cien sílabas.